En estas
páginas pretendo tomar de artistas de todos los tiempos los aspectos
que interesen para estimular la mente creativa en relación a la
actividad pictórica que nos ocupe en cada momento.
Los
datos biográficos o analíticos de cada artista los podréis
consultar directamente de una forma cómoda, rápida y sencilla
en el gadget de
Wikipedia que se encuentra en la columna de la derecha.
1 LOS GARABATOS DE MIRÓ
Joan Miró i Ferrà (1893- 1983)
Para empezar a contar historia con arte se me ocurre que nadie mejor que Miró pueda entender lo que quiere decir disfrutar de un garabato.
Miró siempre quiso pintar
a pesar de la oposición de su familia. A los diecinueve años
enfermó gravemente y los meses de postración sirvieron para definir
su futuro. Cuando emergió de las aguas turbias de la fiebre, decidió
con firmeza dedicar su vida a la pintura y dejar de intentar ser lo
que los demás pretendían de él.
Me gusta pensar que dentro
de sus cuadros fue metiendo todo un universo de juegos y juguetes,
porque en su agonía solitaria durante los años de incomprensión,
los había ido relegando en un rincón apartado de su alma, pero
seguían allí, esperando en silencio el despertar de su salvador y
él, los supo encontrar.
También me gusta imaginar a Miró entre
botes y pinceles, con una gran sonrisa, mientras desempolva uno a uno
los motivos de alegría que le habían sido negados durante su
infancia. Es así como nos encontramos adivinando animales entre
marañas de líneas o personajes disimulados tras colores estridentes
desde donde lanzan guiños traviesos a quienes se atreven mirar más
allá de las manchas.
Miró hacía garabatos y
les ponía nombres para que iniciasen una nueva existencia.
Nuestros pequeños
artistas hacen garabatos sin necesidad de nombrar nada, porque si les
permitimos explorar sus enredos de líneas, nunca tendrán que
emplear su tiempo en desenterrar alegrías.
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