1 EJERCICIOS CON GARABATOS
Es importante que los artistas muy pequeños experimenten sus primeros garabatos sobre un soporte individual: un papel solo para ellos en el que nadie más deberá intervenir.
- Prepara una superficie horizontal con un grande folio de papel de embalar marrón.
- Pon música alegre y deja que el sonido contagie el ambiente de ritmo y movimient.
- Antonio Vivaldi es un buen comienzo: Concerto n.º 1 en mi mayor, Op. 8, RV 269, «La primavera»
Recuerda que la música es tiempo y la pintura es espacio, unir ambas cosas en un momento eterno y en un espacio figurado es una experiencia sublime.
- Luego ofrece al artista un folio blanco más pequeño que el que has colocado como base y ofrécele un boli.
- Los lápices se consumen y la punta se puede quebrar fácilmente. Los rotuladores tampoco son indicados, a pesar de sus colores atractivos y de la suavidad del trazo, es fácil que los artistas acaben rallando el papel sin que se atisbe una sola raya y preguntándose adónde ha ido a parar la punta después de la primera embestida.
Los bebés no controlan la furia de su entusiasmo y debemos animarles a experimentar su fuerza creadora eliminando los impedimentos más banales.
Por eso, la solución más acertada es optar por un simple bolígrafo.
- Ayúdale a empuñarlo; la posición correcta es apoyar el bolígrafo sobre el lateral del dedo corazón y sostenerlo delicadamente entre el pulgar y e índice de la mano predilecta del artista.
- Permite que sus garabatos desborden el papel blanco sin hacer ningún tipo de comentario al respecto, para eso hemos preparado la superficie con el papel más grande, para que no haya límites y para que salirse del soporte no acarree ninguna consecuencia que pueda provocar el cese del disfrute.
Celebra su momento y jamás le pongas nombre a sus formas.
El artista no quiere ser un Leonardo da Vinci, ni tampoco pretende impresionarte con su obra.
Tú no cuentas, es su momento, solo suyo y lo único que necesita para vivirlo intensamente, es que lo acompañen desde la alegría.
VARIANTE
El juego del garabateo puede ser una buena excusa para divertirnos junto a nuestros pequeños.
Coge un folio, un boli y ponte a trabajar al lado de tu artista.
De vez en cuando garabatea en el aire, las formas pintadas en el aire pueden viajar muy lejos si las ayudas con un buen soplido. Mueve tus manos al son de la música, conviértete en un enorme garabato lleno de energía creadora. Si tu artista te mira, clava tu mirada en sus pupilas y sonríe, porque en ese preciso instante habrás tenido el privilegio de dibujar un recuerdo en su memoria que ni el vendaval más animado podría borrar jamás.
Salid del folio blanco con vuestros garabatos, salid del espacio del papel con vuestros gestos y disfrutad de un tiempo infinito garabateando juntos en el aire como si quisieseis dirigir una orquesta imaginaria. Sobre el folio quedará fijado un revoltijo de tinta, y en el aire todas las edades quedarán enmarañadas en un alegre bailoteo de libertad.
Por si nadie te lo había dicho nunca:
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